En los últimos años hemos escuchado hablar mucho del concepto
“Low cost”, incluso hemos vivido la eclosión de este concepto en
sectores y ámbitos que se alejaban de los sectores y orígenes que
los vieron nacer y desarrollarse, pero esta eclosión
también ha llevado a una perversión del mismo concepto, veámoslo.
El concepto “Low cost” en realidad no es un concepto novedoso,
es un concepto tan antiguo como la existencia del comercio en
general, a lo largo de la historia en general siempre se han ofrecido
productos de un mismo ámbito pero de distinta gama de calidades, lo
que realmente venia a transformar el moderno concepto de “Low cost”
era precisamente ya no solo el ofrecer diversas gamas de calidades
sino ofrecer la mayor calidad posible al menor y
mejor optimizado coste posible, esto apoyado por
varias estrategias, procesos y en muchos casos por el uso intensivo
de las nuevas tecnologías o la deslocalización por ejemplo según
los casos era, es y será un objetivo y un reto para cualquier
empresa.
Ahora bien la perversión del concepto “Low cost” se produce
cuando ya no se trata de ofrecer el mejor servicio o producto al
mejor precio posible y también con la mejor rentabilidad posible
para la empresa sino que entonces de lo que se trata es de ofrecer
productos o servicios lo más baratos posibles sin
que importe primordialmente el equilibrio con la calidad, ello podrá
tener otros nombres, como segmento de un producto o servicio,
productos o servicios baratos pero en ningún caso productos o
servicios “Low cost”.
Dicho esto decir que probablemente el error este en ensalzar, en
perseguir el modelo “Low cost” en todos los casos, probablemente
sería mejor e incluso más rentable para la empresa
apostar por el modelo “Q cost”, un modelo que apueste por
conseguir la máxima optimización del coste, si, pero relacionada
indisociablemente con un nivel de calidad y servicio
que nunca deberemos rebajar, y es que ni todo el mundo persigue lo
más barato, ni todo el mundo se conforma con una baja calidad,
seguro que el “Low cost” será una buena y apetecible opción en
algunos casos, ¿pero en todos?, y especialmente y lo que más nos
incumbe en este articulo, ¿será siempre apostar por vender lo más
barato para vender más lo más rentable en todos los sentidos para
la empresa?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario