28 ago 2012

FELICIDAD Y CONSUMO ( Iª parte)



Recientes estudios demuestran que después de un umbral mínimo, una vez se tienen las cosas básicas, la relación entre lo que tenemos y la felicidad es nula. Hace 50 años, la gente era tan feliz como ahora, aunque sus posesiones eran mucho más escasas. La gente se está dando cuenta de esto. Hay un momento en que, tener más y mejores cosas, no afecta a la calidad de nuestra vida.
Son los momentos que vivimos, las personas que conocemos, lo que aprendemos, lo que sentimos, lo que descubrimos… lo que realmente influye en nuestra felicidad. Y eso está provocando tiendas más preocupadas por la experiencia de compra, por enseñar cosas nuevas a sus clientes, por favorecer las relaciones en su tienda, por contar historias, por crear un ritual de compra nuevo y diferente, por ayudarle a ahorrar, por ser transparentes, por ser más sensibles con su entorno y el medio ambiente, etc.

Veamos algunos modelos:

Survival store: una tienda con todo lo que la gente necesita en momentos de recesión económica. Han mezclado compras básicas económicas, con bicicletas, dispositivos de ahorro energético, y otras cosas más inmateriales y espirituales… por ejemplo, hay una sección donde puedes hacer yoga para quitarte el estrés y aprender a relajarte, otra en la que un asesor financiero te ayuda a ahorrar o financiar esas compras, otra de ayuda personal, donde un consejero te ayuda a resolver problemas personales o familiares, etc…


 Tiendas de un dólar: son como los “chinos”, pero en lugar de vender "trastos", venden cosas que realmente son necesarias para vivir. La gente más necesitada, o que simplemente le cuesta llegar a fin de mes, puede sobrevivir con ellas. Entre su oferta encontramos, por ejemplo, paquetes de emergencia para sobrevivir un día, a un dólar. Es el fenómeno de low cost llevado a la máxima expresión.


 Pass the Baton (pasa el testigo): venden productos de segunda mano, pero de cada uno de ellos cuelga un tarjetón con la foto y la biografía de la persona que lo llevó (p.e. en qué contexto utilizó ese objeto, porqué era especial pa él, dónde lo encontró, etc). Es decir, se dieron cuenta de que, tras cada producto, había una buena historia que contar. Es una nueva visión del lujo, adquiero un objeto que es importante para mí, porque en su día lo fue para otra persona, porque encierra una historia personal, y eso lo convierte en algo exclusivo y especial.


 
Meet the Farmer: la gente quiere saber de donde viene lo que come, así que el agricultor va a la con bolsas personalizadas para cada empleado.ciudad. Esto no está todavía en Europa, pero tiene un gran potencial de futuro. P.e. creando tiendas/espacios en las ciudades para que el agricultor pueda ir a vender sus productos directamente, y explicar como los ha cultivado. En otros países los agricultores van personalmente a las empresas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario