Hoy quiero hablar de la figura del
vendedor, este nombre tiene muchas otras acepciones como puede
ser: viajante, representante, agente comercial, etc.
Si por mi fuese, hoy en día lo
llamaría asesor o gestor comercial, ya que el mercado necesita
un perfil distinto al de hace algunos años. En un post anterior
comentaba sobre si el vendedor era un charlatán o no.
Durante muchos años en mi
responsabilidad de jefe de compras, recibía a diario mínimo cinco
visitas de vendedores. Unos por cuenta propia, el típico
representante que llevaba varias casas, y te ofrecía de cada una de
ellas sus productos, incluso a veces se solapaba una misma familia de
productos, lo que determinaba la "profesionalidad" de
alguno de ellos, y otros empleados por cuenta ajena en
empresas del ramo.
Hoy que en mi reciclaje personal estoy
profundizando sobre el contenido de esta profesión, veo que como en
todo, hay mucha palabrería, alguna de ella en boca de gente que en
la vida ha toreado en esta plaza.
Se indica que debe haber una ética,
un saber estar, etc, etc., eso que se lo digan por ejemplo a los
que hoy tienen sus ahorros bloqueados por una engañifa comercial de
los bancos, y la imagen que dejan a los que hacen su labor como
corresponde, y así infinidad de casos, donde los objetivos
económicos lo sobrepasan todo, como siempre ha sido, y será, que no
nos tomen el pelo.
Se habla de perseverancia, paciencia
, vigilancia de los clientes y otro largo etc.. Recuerdo que
muchos de los representantes /vendedores que atendía, prácticamente
vivían de lo que la empresa que yo representaba les compraba. Así
que añadir gastos para hacer prospección de clientes potenciales,
para nada, si con dos o tres clientes importantes hacían el volumen
de su negocio, la famosa Ley de Pareto 80/20.
Afortunadamente mi bagaje personal, me
ayuda a ver qué debo evitar en lo que próximamente será
ejercer como gestora comercial. No me gusta lo de agente, no
estoy en ninguna pelicula de James Bond, me gusta pensar que mi
colaboración y asesoramiento, pueda ayudar a decidir en la buena
dirección a mis futuros clientes, y que el medio plazo,
como una buena carrera de fondo, me aporte el merecido reconocimiento
del esfuerzo bien hecho, al lograr fidelizarlos.
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