MÁLAGA Y SU FERIA DEL CENTRO

Es una feria que ha ido creciendo y que puso a Málaga en el mapa de las ferias, ya que fue la primera feria urbana de España, modelo que fue adoptado luego por otros municipios. Eran mediados de los años 80 del pasado siglo cuando Pedro Aparicio, alcalde entre 1979 y 1995, cogió el testigo de un grupo de comerciantes del Centro Histórico que espontáneamente invitaban a una tapa a los clientes que acudían a sus locales. Era una auténtica labor de promoción. Establecimientos como la Papelería Morales, Tejidos Marfil, Lámparas Roji o Casa Mira, y la mayoría de tiendas de las calles Nueva y San Juan, ofrecían una copa después de cada compra.

El Ayuntamiento adoptó esta iniciativa popular y la regularizó para crear lo que a finales de los ochenta ya se conocía como La Feria del Sur de Europa. En realidad, todo lo que se hacía en Málaga por aquellas fechas llevaba la misma coletilla.

Los pequeños comerciantes perdieron esa Feria inventada y exportada. En realidad, dejaron paso a las grandes franquicias. Aquella Feria pasó a ser la Feria de una Málaga que disfrutaba de su Centro de par en par durante una semana... y en la que fue ganando peso una celebración que se alargaba en los bares de copas y se vestía de macrobotellón, donde sólo quedaban pequeños espacios donde se respiraba tradición y los trajes de flamenca apenas se dejaban ver. Muchos malagueños consideran ahora que también han perdido esa Feria, y que en lo que se ha convertido tampoco es suya.

He recogido parte de un artículo periodístico, donde hace referencia a la feria del Centro de Málaga, el motivo va al hilo del contenido de este blog, dedicado a nuestro comercio tradicional con encanto, y que muestra como el espíritu de innovación está siempre vigente, sea cual sea la época.